Esta sigue siendo una de las preguntas más frecuentes que nos hacen a quienes nos dedicamos a la Composición Musical.
En su tiempo yo me hice la misma pregunta. Cuando recién iba entrando a la escuela de música todavía no sabía realmente la respuesta, me limitaba a explorar en mis años de estudiante. Solía decir “Ya lo iré viendo con los años, de momento sé que quiero aprender de los grandes maestros y ver qué puedo tomar para luego yo crear”. Y con eso era suficiente.
En la actualidad, esta pregunta llega hasta mi ámbito profesional. No obstante, a diferencia de mis primeros años de estudio, he aprendido que hay muchas variantes con las cuales uno puede ejercer la Composición Musical. En este artículo te comparto algunas que te podrían ser útiles.
Cuando uno estudia Composición Musical en el Conservatorio se nos capacita para participar en diferentes convocatorias de diversas instituciones. Éstas pueden ser gubernamentales (financiadas con presupuesto público) o privadas.
En el primer caso, al menos a nivel nacional, se cuenta con una convocatoria anual llamada Jóvenes Creadores que presenta el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos culturales (anteriormente conocido como FONCA).
La dinámica consta de presentar un proyecto cultural de alto valor, tanto artístico como de impacto social. Las entregas mejor presentadas contarán con un apoyo anual que, al menos en la edición del 2022 constaba de $8,532.20 (MXN) mensuales por un año, con un total de $102,386.40 (MXN) anuales. Los creadores elegidos tienen esos doce meses de plazo para crear y presentar su proyecto.
Te dejo el enlace a los detalles de esta convocatoria en este enlace: bases_jc_2020_5279.pdf (cultura.gob.mx) . Te recomiendo siempre buscar la versión más actualizada del año en curso.
Asimismo, existen otras convocatorias a nivel estatal. En este caso, depende de cada estado y de la institución encargada de la difusión cultural, como el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE). Puedes buscar la que corresponde a tu estado.
La carrera de Composición Musical te enseña a estructurar a profundidad las obras y a dominar los diferentes timbres que tiene un ensamble. Te sitúa en cómo sería una orquesta a disposición de nuestras ideas musicales.
Gracias a esta teoría, tenemos las herramientas indispensables para participar en diferentes concursos, sean gubernamentales o privados.
La dinámica consiste en que cada concurso propondrá una cierta dotación (que es la cantidad de instrumentistas y las familias de instrumentos con las que cuenta), así como la duración mínima requerida (en algunos casos, podrían llegar a pedirte maqueta MP3). Cada concurso podría especificar la temática de la obra o el estilo que buscan.
Dependiendo la convocatoria podría haber un único primer lugar; un primer, segundo o tercer lugar, o bien, más de un primer lugar, como se ha visto en el Concurso de Composición “Arturo Marquez” para Orquesta de Cámara.
Ya sea por programas culturales gubernamentales o de iniciativa privada, en ocasiones éstas ofrecen programas donde se invita a que envíes una obra. Puede ser inédita o previamente estrenada para un ensamble o instrumentista específico, quien habrá sido seleccionado por medio de otra convocatoria previa, exclusiva para instrumentistas.
En este caso el ensamble o solista decidirá qué obras presentará. Los seleccionados (o seleccionado) se harán acreedores a algún premio o apoyo económico, así como la oportunidad de presentar su obra por parte de intérpretes de talla internacional. Esto puede añadir muchísimo valor a tu currículum.
Diferentes convocatorias como éstas puedes encontrarlas en un sitio como es The Composer’s Site, donde puedes encontrar diferentes concursos o festivales a los cuales podrías aplicar.
Estas tres primeras opciones componen la principal labor que aplica la Composición Musical con formación académica. No por eso las únicas en las que podrías trabajar, ni de cerca. Por ello, te presento algunas de las opciones que no necesariamente se enseña en los salones de clase, pero en las cuales puedes incursionar con la respectiva experiencia adquirida.
Nuestra generación ha crecido de la mano con la mejora constante en la calidad de la música compuesta para diferentes medio: cine, videojuegos, documentales, cortometrajes, comerciales para diferentes empresas y campañas publicitarias gubernamentales.
Piénsalo así: ¿Te has fijado que todos los programas o comerciales de televisión e internet tienen en su mayoría música de fondo? bueno, esa música tuvo que venir de la cabeza de alguien, ¡Y ese alguien podrías ser tú!
Para promocionar tu portafolio y trabajar en proyectos como estos, existen diferentes plataformas en las que puedes abrir tu perfil como Freelancer, Fiverr, Workana, entre muchas otras.
Ya sea como arreglista de algún otro proyecto o incluso lanzando tu proyecto independiente, quizás no te enseñen a escribir canciones populares. Pero estas piezas tienen las mismas bases de la armonía, ritmo, estructura, entre otros elementos que se ven en la formación musical académica. Vale la pena intentarlo si tienes los recursos creativos para entrar a esta rama, o para mínimo analizar y entender el género al que te estás incorporando.
Cuando se trata de trabajar para una escuela, conservatorio o universidad, incluso la de tu propia ciudad, la mayoría de las veces se requiere algún grado académico como Licenciatura o Maestría para poder formar parte de ellas.
Sin embargo, nada te impide difundir por tus redes sociales o con tus conocidos más cercanos que tienes el conocimiento suficiente para poder enseñarle a cualquier persona que no tenga nada de experiencia, pero todo el entusiasmo por aprender. Ya sea porque nunca tuvo la oportunidad de estudiar en una escuela de música profesional, o simplemente porque le atrae como actividad recreativa o pasatiempo.
Puedes dar clase solamente de tu instrumento o en casos de alumnos más avanzados, introducirlos a temas más complejos como la lectura de partituras, algunos primeros acercamientos a la teoría musical, o algunos ejercicios de entrenamiento auditivo que les ayude a mejorar en su instrumento, su interpretación y hasta unos primeros ejercicios creativos de Composición Musical.
Existen diferentes sitios web de docencia como Superprof, Classgap o Preply que funcionan como bolsa de trabajo para maestros particulares que den clases de música. Pueden ser clases presenciales, si viven en tu ciudad, o en línea, si la distancia se vuelve un problema. Te comparto como ejemplo mi perfil de Superprof, para que te des una idea de cómo podrías estructurar el tuyo:
Hemos visto que hay alternativas, sin embargo, todas ellas dependen de un factor importantísimo: Tu proactividad para llevar a cabo cualquiera de estas ramas. Además, un aspecto genial de esta profesión es que puedes realizar más de una de manera simultánea, si tu perfil y tu tiempo te lo permiten.
Si aún estas dudando de tomar el camino de la Composición Musical o un trabajo creativo, te recomiendo seguir pendiente de las diferentes publicaciones que iremos lanzando en Lev Music. Aquí compartiremos información que podría serte de ayuda para tomar la decisión firme de convertir esta actividad en parte de tu rutina diaria.
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