Todos hemos visto alguna vez a esas personas que van cargando maletines elegantes. También podemos pensar en un vendedor que tiene sus productos en dicho portafolio. Te habrás percatado que trata de apantallarte al momento de abrirlo para convencerte de comprar lo que sea que venda.
Como su nombre lo sugiere, el portafolio es una recopilación de toda la experiencia que has obtenido en tu camino profesional. Tiene el objetivo de conseguir clientes, contratos y proyectos.
De esta forma ayudas a tu cliente a darse una idea de cómo podrías ayudarlo a contribuir o mejorar su proyecto. Tiene el mismo propósito que el famoso currículum, pero en lugar de redactar, muestras el producto terminado.
Los músicos tenemos muchísimas formas de crear uno. No importa en qué área te especializas, un buen portafolio te ayudará cómo no te imaginas.
Aquí te compartimos unos cuantos consejos de cómo armar tu portafolio:
Si es la primera vez que estás formando tu portafolio, hay ciertos documentos que siempre van a pedirte cuando se trata de relacionarse con instituciones o puestos profesionales. Estos son los esenciales:
Podría sorprenderte la cantidad de documentación que tienes empolvada en tu archivero. Dedica al menos media hora diaria para explorar todos los diplomas, certificados, reconocimientos y demás documentos que te ayuden a evidenciar tu experiencia.
En caso de que seas compositor, revisa todas las obras que has compuesto alguna vez. Puedes categorizarlas, ya sea por cantidad de instrumentos, géneros musicales o de menor a mayor duración. El cliente debe notar algún tipo de organización.
Si recién empiezas, pero ya tienes clara la corriente musical a la que quieres dedicarte, más adelante te comparto consejos para generar tu portafolio desde ya.
Algo que ayuda mucho a demostrar tu evolución profesional es la comparación a través del tiempo. No es lo mismo mostrar tus primeros proyectos, mientras eras estudiante, que cuando ya te graduaste.
Si ya eres más experimentado y te abruma la cantidad de trabajos que tienes, imagínate lo pesado que sería para tu cliente tratar de revisar cada uno de tus proyectos.
Para esto ayuda a preparar una versión “light” de tu portafolio, con no más de 10 de tus trabajos más representativos. Usa lo que creas que pueda impresionar más a tus futuros clientes.
Es más común de lo que te imaginas que un músico se dedique a más de una corriente o perfil. Si no me crees puedes revisar nuestro artículo sobre obtener ingresos extra como estudiante de música.
Sin embargo, hay que ser prudentes al momento de saber a quién le vamos a mostrar nuestro portafolio. No le vas a enseñar la experiencia que tienes dando clase a niños de 10 años a alguien que quiere contratarte para crear la música de su cortometraje, ¿verdad?
En este caso lo mejor que puedes hacer es preparar un portafolio diferente para cada una de las actividades a las que te dedicas. También puedes crear un portafolio general donde puedas mostrar un proyecto representativo de todas las áreas. Esto sirve si quieres demostrar tu versatilidad.
¡Felicidades! lograste terminar tu portafolio y estás listo para mostrárselo al mundo. Sólo recuerda que en un futuro participarás en muchos otros proyectos. Valdrá la pena incluirlos a tu portafolio o rediseñar éste después de unos cuantos meses. Depende de tus proyectos, pero debes hacerlo por lo menos una vez al año.
Armar tu portafolio por primera vez puede parecer demasiado extenuante.
Pero una vez que lo organizas y lo mantienes actualizado, es más rápido recurrir a él y compartirlo para garantizar futuros trabajos.
Ahora hablaremos de qué tipo de elementos puedes incluir en tu portafolio según tu perfil musical. También tenemos algunos consejos para empezar a crear el tuyo si apenas estás empezando.
No importa si es para clases particulares, en academias o escuelas, puedes demostrar el antes y después de los alumnos que alguna vez has tenido. Muestra vídeos de algunas de tus clases (hazlo siempre con permiso de tu alumno o sus padres). Podrías incluir también si tus alumnos han participado en concursos o ganado premios.
Asimismo, puedes añadir si has dado clase en escuelas o academias. Habla de tus años de experiencia y si es posible documentarlo, a partir de los resultados obtenidos.
Si apenas quieres adquirir experiencia como maestro, la forma más rápida de hacerlo es contactándote con alguna academia de música.
Si aún eres demasiado tímido para dar ese paso, imagínate a ti mismo enseñándole a alguien o dando alguna conferencia. Puedes contactar con tus familiares y amigos cercanos para ofrecer algunas clases a un precio accesible. Recuerda que estás buscando experiencia.
En nuestro otro artículo "¿En qué trabaja un Compositor Musical? 6 opciones profesionales" hablamos de esta y otras tantas opciones como compositor.
En esta área de música popular, podrías incluir canciones que has escrito o las colaboraciones donde has participado, ya sea en la escritura de la letra; o la música, en grabación o producción de la misma.
Parecerá demasiado obvio, pero si no tienes experiencia en ninguna de esas áreas solamente requiere tu dedicación para empezar a generarlas:
Para la creación de canciones, empieza a componer las tuyas sin importar que tan buenas o malas van a hacer. Recuerda que con cada canción irás mejorando. Nunca sabe cuándo te vas a topar a alguien qué está buscando el Estilo que tú estás creando.
Si no tienes experiencia con los llamados DAW (digital audio Workstation) y no tienes los recursos para invertir en el estándar de la industria (ProTools, Ableton Live, Cubase, etcétera), existen alternativas gratuitas como Cakewalk.
También hay una enorme cantidad de tutoriales en YouTube para empezar a experimentar con este tipo de programas. Piénsalo como dominar este nuevo “instrumento”.
Es importante tener organizado el portafolio según la categoría de los proyectos:
También recuerda la importancia de distribuir cada una de las subcategorías cronológicamente.
Si ya tienes un DAW, ya tienes nociones básicas de cómo manejarlo y quieres, por ejemplo, incursionar en la musicalización de cortometrajes o largometrajes, existen sitios como Feature Films, donde puedes encontrar diferentes películas libres de derechos que puedes descargar y empezar a trabajar con ellas.
Recuerda también acercarte a tus comunidades estudiantiles como los conocidos que estudien comunicación, animación, multimedia, teatro o cine. Casi siempre tienen que entregar un proyecto final para el cual necesitan música.
Similar al apartado de música popular, recuerda categorizar tu experticia por géneros, cantidad de instrumentos y/o duración.
Si tus partituras a mano son lo suficientemente legibles, puedes incluso escanearlas para armar tu portafolio.
Si te gustaría entregar una versión más profesional, necesitarás entonces un software de notación musical. Aquí también hay algunos que se consideran estándares (y costosos), como Sibelius, Finale o Dórico. Pero si no cuentas con el recurso para hacer una inversión tan fuerte, existe la alternativa llamada MuseScore. En mi experiencia ésta última me parece más que suficiente para crear una partitura elegante y decente.
Hay un dicho popular que dice “A Dios rezando… y con el mazo dando”. En este caso, la formación de un portafolio incrementa considerablemente tus posibilidades en el mundo laboral de la música.
Espero te hayan servido estos consejos y ejemplos. Ahora es tu turno de armar tu portafolio, según tu especialidad y tu trayectoria personal.
Si hay alguno de los perfiles en la música que no fueron incluidos, podrías mandar tus comentarios al correo de contacto.
Te invitamos a que leas nuestros otros artículos respecto a la vida profesional de todo músico: