Éstas son estrategias que te pueden ayudar a dominar el escenario y superar el pánico escénico.
La parte más crucial al momento de decidir ser un músico profesional es la de atreverse a subirse al escenario. Sin embargo, no es tan sencillo como parece. Desde que te subes estás completamente expuesto a los ojos de un público que en su mayoría no conoces, ni ellos te conocen a ti. No por nada al público lo suelen llamar “el monstruo de los mil ojos y el millón de dientes”.
Es muy común que en este momento muchos pensamientos pasan por tu cabeza:
Éstas y muchas otras preguntas te vienen a la mente mientras te tiemblan o te sudan las manos (si no es que ambas). Tu pulso está a mil por hora, te tiemblan las piernas, respiras de forma agitada y empiezas a dudar de los acordes o la letra de la canción. En resumen, tienes miedo de que se burlen de ti o te “abucheen”.
Todos estos y muchos otros síntomas son más comunes de lo que se conoce como el miedo al público, miedo al escenario o pánico escénico. Es algo que ni siquiera las estrellas que llenan estadios en sus conciertos lo dejan de sentir, y sólo les queda aprender a controlarlo al prepararse muchísimo.
En este artículo vamos a hablar sobre diferentes estrategias que puedes probar para ir adquiriendo seguridad al momento de exponerte a diferentes tipos de públicos.
Más de una vez escuché decir esto a diferentes maestros desde la educación primaria o elemental hasta la Universidad: “Si te preparas para sacar un 120 de calificación, es más probable que logres el 100 que si te preparas para buscar el 90 u 80”. En la música esto aplica exactamente igual.
Si quieres dejar el pánico escénico y asegurarte de que tu actuación en cualquier escenario va a ser lo más cercano a lo perfecto, necesitas practicar con el mayor nivel de exigencia que puedas darte. Los nervios siempre nos van a atacar al momento de enfrentarnos al escenario, pero tu práctica será el respaldo necesario para ofrecer tu máxima capacidad.
Si solo estás cantando o dominas tu instrumento lo suficiente como para no tener que mirarlo mientras lo tocas, puedes intentar practicar frente al espejo. Mucho del pánico escénico viene de no saber cómo nos vemos en el escenario. Si te ves al espejo desde el momento en que estás ensayando podría ayudarte a mejorar algo tan básico como tu postura hasta tus expresiones al momento de interpretar, a esto último se le llama “expresión escénica”.
Otra alternativa podría ser grabarte con tu celular. Podría ser solamente audio para que puedas escucharte y estar familiarizado con tu voz o tu sonido, aunque yo recomendaría mucho más que lo hicieras mejor en vídeo para verte en acción. Verás que con sólo oprimir el botón de grabar empezarás a sentir los nervios, pero es un excelente primer paso para vencerlos.
Una vez que hayas tenido experiencia viéndote al espejo o revisando tus grabaciones, y te sientas lo suficientemente seguro para pasar al siguiente nivel, el escenario más próximo que siempre tienes a tu disposición está en la sala de tu casa. Tú mismo puedes invitar a que pasen a tu cuarto para que te escuchen; o simplemente abre la puerta de tu cuarto.
Tratándose de nuestra familia, siempre queremos causar una buena impresión y que se sientan orgullosos de nosotros, así que será una nueva forma de enfrentarse a estos nervios del pánico escénico.
Posiblemente sientes que ya dominaste este primer escenario, o por otro lado lamentablemente no tienes la confianza o el apoyo de tu familia como para tocar para ellos. De una u otra forma, otra alternativa para exponerte es tocar para tus amigos más cercanos, esos que consideras tus mejores amigos, esos que siempre te van a apoyar e incluso te ayudarán a ver tus áreas de oportunidad, si lo necesitas.
Puedes aprovechar algún momento en que ellos estén en tu casa, que tú estés en la de alguno de ellos o si no, puedes pedirles agendar un día específico para hacerlo. Esto también te ayudará a comprometerte en tus ensayos, pues se puede decir que tienes una “fecha de evento confirmada”.
Recuerda una cosa importante: ya sea con tus amigos o con tu familia, puede ser que notes que en algún momento estén viendo su celular o platicando entre ellos. Es muy probable que la razón de que estén haciendo esto no tenga que ver contigo. Solamente no te lo tomes a personal y tú concéntrate en lo tuyo. El día que te enfrentes a desconocidos esto puede pasar y tu único enfoque para dejar el pánico escénico debe ser la más famosa de las frases: “el show debe continuar”.
Cuando quieras empezar a enfrentarte a un público desconocido, no hay escenario más accesible que las redes sociales. Puedes súbitamente empezar a hacer alguna transmisión en vivo en Facebook, Instagram, Tiktok o Youtube y esperar a que entre a la transmisión quien tenga la fortuna de coincidir en ese momento. O puedes planearlo con anticipación y avisar desde algunas semanas antes por medio de publicaciones o historias que piensas dar un show virtual próximamente.
Este tipo de escenarios es muy interesante por el hecho de que no vas a ver las caras del público, sino que sólo verás likes o comentarios. Cada artista podrá decir si le gusta más o menos ver las caras del público.
Ya has traspasado la barrera de tu habitación, tu casa, tus conocidos o incluso desconocidos en el caso de las redes. Entonces se puede decir que ya estás listo para empezar a enfrentarte en escenarios y públicos desconocidos y cualquiera de estos establecimientos es una excelente opción.
Digo que puede ser un tipo de capacitación pagada porque podrías proponerlo formalmente al gerente del lugar. Podrían fijar algún precio y frecuencia (o varias) a la semana; aunque también podría suceder que el gerente te diga que no tienen presupuesto para acordar un salario fijo. En este caso, si tú consideras que vale la pena tu traslado y tu tiempo invertido por la experiencia, podrías proponer que te dejen colocar algún letrero bonito que diga “gracias por su propina” o ” cooperación voluntaria”. Así podrías tener dos beneficios: un lugar para practicar con público siempre nuevo y desconocido; y también obtener una fuente de ingresos nueva y hasta cierto punto estable.
Te sorprenderías de todas las experiencias que puedes llegar a tener al momento de estar en estos lugares. En mi caso personal, incluso me han contratado para eventos sólo por haberme visto tocar en algún restaurante.
Si lo que te interesa realmente es la experiencia, más que el pago, considera la opción de incluso tocar gratis en el establecimiento que más te agrade. Lo que estás buscando es realmente ponerte a prueba con públicos desconocidos.
Debes saber que, como lo comenté en el punto de los amigos, lo más probable es que ni siquiera te estén prestando atención, eres solamente “música de fondo”, por lo que a veces ni siquiera vas a recibir aplausos, pero incluso ese es un tipo de escenario en donde vale la pena pasar por la experiencia.
Ahora ya sabes que hay más de un tipo de escenario en el cual te puedes poner a prueba. Además, si revisas la historia de muchos artistas, incluso de los que más admiras, sabrás que muchos de ellos empezaron haciendo cosas como éstas. Piénsalo como que estás trazando el inicio de tu carrera.
En cualquiera de estas opciones recuerda siempre una famosa frase “toma las cosas de quien viene”. Ya sea si te juzgan, te critican o te aclaman, lo único que tú puedes hacer es dar tu mejor esfuerzo y mostrar lo que tienes para exponer al mundo. ¡Inténtalo!
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